Tres décadas han transcurrido desde que el pastor del Alba pisó las inescrutables tierras de Lucero del Alba. El miedo, el rencor y la obsesión se han encargado de custodiar las almas de los ahora habitantes de La Señora Latente, y desde aquel entonces ninguno de ellos se paró a meditar en el posible regreso de Lord Bethuz, salvo por los pobres desgraciados que alguna vez tuvieron la osadía de humillarlo. Pesadillas, visiones, apariciones. El momento de la venganza ha sido hilvanado con paciencia y muerte. Sin nada más por lo que luchar. Sin nada más por lo que esperar. Sin nada más por lo que creer. A lo lejos se escuchan las laudes que, enarbolados como el

sol, guían al Lucero hacia su advenimiento final…

“El territorio albano ahora es un enorme lienzo, el cual, poco a poco, se revestirá de un tono carmesí…”

El sueño de la esperanza se encuentra cada vez más distante. Y el desconocimiento de un futuro aterrador acecha cada que se pronuncia el nombre de Bethuz dentro de Lucero del Alba.

Tanto Isaac como Serana ahora deberán entender que lo único que permanecerá para siempre dentro sus almas será el miedo y el dolor de aquello que jamás lograrán comprender.

Ambos guardan un secreto que podría revelar la verdad sobre el día en que se llevó a cabo “La Batalla por la Señora, pero Valder no se mostrará para nada indulgente cuando al fin decida revelarlo.

“Las laudes han sonado. Y el amanecer del Alba se cierne sobre sobre aquella estrella escondida a la vista de todos…”